Ámbar Tonalli Arciniega Silva
Martes 09 de noviembre del 2010
Las ollas de oro
Había una vez un niño que estaba jugando a la pelota en el bosque con sus amigos, en una de esas se le fue la pelota, el niño fue por ella pero buscando la pelota se perdió, sus amigos al ver que no estaba fueron a buscarlo pero no lo encontraron, y sus amigos no se perdieron, y sus amigos como no lo encontraron y buscaron en todo el bosque creyeron que se estaba escondiendo de ellos y entonces se fueron, pero el niño no se estaba escondiendo había caído en un hoyo, al caer encontró un lugar con casas pequeñas y a las orillas de cómo un parque había muchas hoyas de oro, en dos decía Ruín, el niño tomo las hoyas y se fue arriba, mientras subía las hoyas el duende Ruín buscaba sus hoyas que eran para hacer el arco iris en el bosque, el duende Ruín creyó que las había dejado arriba entonces subió y al ver a al niño con las hoyas le dijo niño que haces con esas hoyas, el niño dijo subiéndolas y Ruín le dijo gracias ahora déjalas, el niño dijo que pero yo me las encontré, el duende le dijo yo soy Ruín me pertenecen esas hoyas y el niño dijo que me das por ellas, el duende dijo te cumplo dos mil deseos que es la cantidad de monedas que tienen las dos hoyas, el niño dijo esta bien, el duende iba a poner el arco iris cuando el niño le dijo que el lo colocaba y ya el niño pidió muchos deseos y cuando solo le quedaba un deseo, deseó tener tantos deseos como el quisiera luego el duende ya no podía hacer nada y cada deseo que el niño quisiera se lo cumplió.
Palabras 296
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